La reverberación de un recinto se mide a partir de su tiempo de reverberación: el tiempo que se mantiene un sonido en una sala desde que dicho sonido deja de emitirse. En otras palabras: el tiempo que transcurre desde que una fuente sonora deja de emitir y el sonido que genera deja de escucharse. Cuanto mayor sea el valor de este tiempo, mayor reverberación habrá en un recinto.